En Bilbao no hay parroquianos, hay txikiteros. Este es el nombre que se da a quienes consumen txikitos, un vasito de vino con el que se alterna en los bares. Be txikitero, my friend.
La gastronomía vasca es un placer, un monumento en sí que debe ser descubierto y disfrutado por todo aquel que visite el País Vasco. Bilbao representa una de esas paradas obligadas en el mundo gastronómico vasco con unos platos con historia propia y productos locales únicos.
Gracias a su ubicación e historia, Bilbao cuenta con un pescado y marisco excepcional además de unos productos cultivados de primera calidad, con verduras y hortalizas conocidas y reconocidas en todo el país. Y qué decir de la carne…
Pero, ¿por dónde empezar? Hoy te traemos una lista de platos esenciales que tienes que probar en tu visita a Bilbao. Algunos son elaborados y ricos en productos, mientras que otros reúnen la historia de la tradición en un solo bocado. Vamos a por ellos.
Antes de comenzar con nuestros platos, lo primero que debes preguntarte es dónde ir para poder disfrutar de ellos. La respuesta fácil es, a cualquier lugar. Bilbao cuenta con una tradición gastronómica sin igual, que convierte cada rincón en un lugar único donde poder disfrutar de diferentes bocados.
Sin embargo, si tenemos que decir algún sitio en concreto, ese es el Casco Viejo, sin duda. Lugares como la Calle de la Pelota, Calle María Muñoz, Plaza Nueva o Plaza de Unamuno son puntos calientes con los mejores bares y restaurantes, ya sea para disfrutar de platos elaborados tradicionales o de los mejores pintxos de la ciudad.
No hay lugar a dudas, ¿no?. El primero del que teníamos que hablar es el más conocido. No es un plato como tal, pero algunos tienen una elaboración tan cuidada y meticulosa como el mejor bacalao.
Si eres de los que se integran en las ciudades que visitan, que sepas que cuando vayas a comer pintxos, en Bilbao se dice “ir de pote”. Y no vas con tus amigos, sino con la cuadrilla.
Tu primer pintxo debe ser la Gilda, una banderilla con anchoa, aceituna y guindilla de la tierra. Para acompañarlo tienes que beber un buen txakoli, un vino blanco afrutado hecho con uvas autóctonas. También existe una muy pequeña producción de txakoli rosado y tinto, aunque el blanco es el tradicional. Esta es una de esas cosas que debes probar antes de irte.
No son un plato de comida como te imaginarías, ya que es un sándwich, pero es tan de Bilbao como la Basílica de la Virgen de Begoña. Para probar los mejores sándwich de Bilbao vas a tener que asomarte al bar El Eme, histórico lugar en funcionamiento desde 1950 y creadores de este bocadillo tan querido.
Los triángulos están hechos con jamón york, lechuga, mayonesa y la salsa familiar cuya receta es un verdadero secreto. Las torres llevan anchoas, lechuga, mayonesa y su elemento básico, la salsa secreta.
Puede que no sean exclusivos de la ciudad, pero los vas a ver por todos lados, y por algo será. Los vas a encontrar de pescado y carne, y somos incapaces de decirte cuál está más sabroso.
Champiñones a la plancha, algunos acompañados con una salsa y otros, los más típicos, rellenos de jamón y queso. En esta ocasión, sí te vamos a recomendar un lugar en concreto, Bar Motrikes.
Volvemos al concepto de sencillez. Las rabas son calamares troceados y rebozados. Lo simple no está reñido con el sabor y esta es buena prueba de ello. Siéntete como un bilbaíno más pidiendo unas rabas como primer bocado del almuerzo.
Dejad paso a los auténticos reyes del bacalao. Si alguien sabe cocinarlo son los cocineros de Bilbao. Es uno de los pilares fundamentales dentro de la gastronomía vasca.
La leyenda cuenta que un fallo en un pedido, unos dicen que a Inglaterra, otros que a Noruega, de José María Guturbay justo antes de la explosión de la primera guerra Carlista a comienzos del siglo XIX hizo que recibiera una cantidad indecente de bacalao. Con todo el excedente pudo dar de comer a la gente durante meses.
Fuera como fuese, la realidad es que son auténticos maestros del bacalao y lo podemos comprobar en creaciones tan sabrosas como el bacalao al pil pil, con ajo y guindilla, tortilla de bacalao, kokotxas a la vizcaína o el reconocido Purrusalda o Porrusalda.
Aunque es un plato a base de bacalao, que lo acabamos de ver, es tan conocido y típico que merece tener su punto y aparte. La Purrusalda, “salsa de puerros” en euskera, está hecha a base de caldo de pescado, puerros, patatas, zanahorias y, en la gran mayoría de las ocasiones, bacalao.
Sí, acabas de leer kokotxas de bacalao, pero las kokotxas de merluza con salsa verde, o al pil pil, son tan típicas y deliciosas que no podemos resistirnos a decírtelo. Las kokotxas son la parte más sabrosa y melosa del pescado. Pueden hacerse kokotxas con merluza, bacalao o rape principalmente.
La receta original de las kokotxas de merluza con salsa verde se remonta al siglo XVIII y su creadora es Doña Plácida.
El Txangurro es el centollo. Cuentan con varias maneras de hacerlo, siendo gratinado uno de los más populares. Aunque no es el plato más económico, no hay excusa para no probarlo. Es delicioso.
En su cazuela de barro, preparadas con ajo, gambas y aceite de oliva, las angulas a la bilbaína son una auténtica delicia. Todo lo que lleve en el nombre “a la bilbaína” tienes que probar sí o sí.
Los chipirones, o txipirones, son calamares pequeños que ocupan un espacio esencial sobre la mesa bilbaína. Los podemos comer como entrante, guarnición o plato principal y cocinado de mil formas siendo las más comunes en su tinta, croquetas o en caldos.
Esto sí que es un plato típico y eterno. El marmitako se hace a base de bonito, pimientos y cebolla. Lo vas a encontrar en cada restaurante y no vas a fallar lo pruebes donde lo pruebes.
No todo podía ser pescado, la carne debía hacer su aparición aunque fuera en un único plato. Y si tenemos que elegir sólo uno, sin duda esos son los callos a la vizcaína. Su sabor tan característico es resultado de la mezcla de verduras, callos, y una salsa única que lleva el sello inconfundible de “a la vizcaína”.
