En Bilbao no hay parroquianos, hay txikiteros. Este es el nombre que se da a quienes consumen txikitos, un vasito de vino con el que se alterna en los bares. Be txikitero, my friend.
Estamos seguros que ya sabes cuáles son las principales atracciones de la capital española y tienes una ligera idea de cómo se distribuye la ciudad y lo que quieres hacer.
Aunque seguro que no te habías replanteado la posibilidad de que hay cosas que no puedes hacer o no puedes dejar atrás. En ocasiones puede ser olvidar un lugar con un encanto especial, probar un nuevo sabor o simplemente conocer el rincón perfecto donde descansar en mitad de tu ruta por Madrid.
Por eso te traemos una lista con las cosas que NO puedes hacer en Madrid. Bien atentos porque no queremos que nadie falle.
Los españoles somos gente abierta, cálida y muy amigable. Nuestra forma de ser se ve reflejada en todo lo que hacemos, y el cómo lo hacemos. Por esa razón, algunas personas, cuando te conozcan, te saludarán con un apretón de manos, pero otras no.
Así que lo que debes hacer es no asustarte. Prepárate para recibir besos en las mejillas y más de un abrazo. No sucede siempre, y ahora parece que no es tan común como antes, pero no se ha terminado de perder.
Usamos los cubiertos, claro, pero no a la misma hora. Los españoles comemos mucho, bien y tarde. Nuestro horario de comida consta de un desayuno sobre las 10 de la mañana, un almuerzo que ronda las 14:00, una parada a media tarde para merendar sobre las 18:00, generalmente un bocadillo o algo dulce, y luego cenar sobre las 21:00.
¿Queremos decir con esto que debes hacerlo tú también? No, pero debes saber a qué hora son las comidas para poder comportarte como un auténtico madrileño o evitar las grandes aglomeraciones en restaurantes a la hora de comer o cenar.
Ya que nos has sacado el tema de la comida, no podemos dejar escapar la ocasión para recordarte que no todo en Madrid es bocadillo de calamares y Cocido madrileño. Hay más, y ese más debe estar en tu lista de cosas que sí has probado.
Entre esos platos debemos destacar los callos a la madrileña, las patatas bravas (pobre de ti si un día de tapas no has pedido este simple pero increíble manjar, mollejas y, por supuesto, el rabo de toro.
Un error común de los viajeros a Madrid es pensar que al ver los monumentos más destacados de la capital española, tales como La Puerta de Alcalá, Plaza Mayor, Museo Nacional del Prado, Palacio Real de Madrid, Parque de El Retiro o Puerta del Sol, ya has descubierto toda la esencia de Madrid. Nada más lejos de la realidad.
La verdad es que cuantos más días estés descubriendo sus monumentos, historias y secretos, mejor comprenderás tanto a la ciudad como a la provincia, ambas con el nombre de Madrid.
Visita El Escorial, Toledo, Segovia o Ávila. No necesitas hacer la maleta, ya que su conexión es magnífica y puedes pasar el día en Toledo para volver a dormir a tu habitación en Madrid.
Madrid es una ciudad muy segura pero no deja de ser una gran ciudad, una de las grandes capitales europeas. Con esto sólo queremos decirte que estés tranquilo, pero no tientes a la suerte.
Es decir, si mientras estás comiéndote tu fantástico bocadillo de calamares al sol con una cerveza bien fría, notas que la cartera te molesta en el bolsillo, no la dejes sobre la mesa desatendida. Simplemente ten cuidado.
El transporte público en Madrid es fantástico. No hay duda que andar por sus calles es la mejor forma de desplazarse por la capital, pero si necesitas un desplazamiento más largo, tanto autobús como metro están ahí para echarte una mano.
Incluso al llegar al aeropuerto. El taxi es un buen medio de transporte si sois varias personas aunque es más caro que el autobús o tren. Tanto el tiempo como la decisión son tuyas.
El tardeo y la vida nocturna madrileña es algo que debes probar. El ambiente es genial y hay tantos locales y cafeterías como gustos. Todos cuentan con algo especial.
Desde las grandes discotecas como Kapital, Teatro Barceló o la Opium Madrid, hasta cafeterías con encanto como el Café de la Plata, Café Angélica o los locales más tradicionales como el Gran Café Gijón o la pastelería La Mallorquina.
