En Bilbao no hay parroquianos, hay txikiteros. Este es el nombre que se da a quienes consumen txikitos, un vasito de vino con el que se alterna en los bares. Be txikitero, my friend.
La Puerta de Alcalá, Puerta del Sol, el parque del Retiro, Gran Vía, y sobre todos ellos, el bocadillo de calamares. Así es, esos son los monumentos que no deben faltar en tu visita a Madrid.
Da igual si lo pruebas a tu llegada, cada día o el último día de visita, eso no importa, pero lo que sí importa es el dónde y con quién. Evidentemente la compañía la pones tú, pero del lugar nos encargamos nosotros.
Te traemos una selección con algunos de los mejores bares donde poder disfrutar de este trocito de gastronomía local. Aunque la receta es sencilla, su correcta elaboración es lo que diferencia a un simple bocadillo de toda una obra maestra culinaria.
Plaza Emperador Carlos V
Comenzamos nuestro recorrido de bares con uno que si de algo sabe, es de bocadillos de calamares. Es todo un clásico en la capital española y cuenta con una ubicación inmejorable para todos aquellos que buscan probar su primer bocado en Madrid; zona de Atocha.
Está muy cerca de la estación de tren, así que es casi imposible que no pases por esa zona, ya sea durante tu visita, a tu llegada o a tu marcha. Se te acaban las excusas para no probar un buen bocata. Eso sí, ten en cuenta que aquí no sólo pagas por la calidad sino por el lugar, el bocadillo saldrá algo más caro que en el resto de lugares.
Créditos: TimeOut
Calle de Botoneras, 4
Rondando Plaza Mayor, centro de la cultura del bocadillo de calamares, nos acercamos hasta el bar La Ideal, donde la calidad y la cantidad van de la mano. Olvídate de platos minimalistas, aquí te pondrán tu buena ración de bocadillo, cargado de calamares y tradición.
Todo lo que tienes alrededor es tradición y cultura de lo más madrileño. Vas a comer un bocadillo típico, en un local con solera, donde se come casi todas las veces de pie, con una decoración que habla por sí misma. Es un lujo al alcance de todos.
Créditos: Tripadvisor
C. de Botoneras, 6
Si al ir acercándote al lugar, te das cuenta de que hay una cola de gente esperando, ya sabes que has llegado al sitio correcto. Su fama no para de crecer y no es para menos, sus productos son de primera calidad; calamares frescos y pan del día, con unos precios razonables, un servicio rápido y una ubicación fantástica.
La campana combina todo esto más un servicio rápido y eficaz para hacer de tu primer bocado al bocadillo de calamares toda una experiencia positiva. La pregunta no es si volverás, la pregunta es cuándo lo harás.
Créditos: Todobares
Calle Postas, 13
Si se fríe, está en el Bar Postas. Eso es así de claro, y no es para menos, porque llevan en el negocio más de 70 años. Así que créenos cuando te decimos que si quieres cualquier producto frito, este es tu lugar.
Y ¿a que no adivinas qué se fríe y es un plato estrella en la capital madrileña? Exacto, tu tan ansiado bocadillo de calamares. Más que un bar, es toda una institución de Madrid, en la que venden de media algo más de tres mil bocadillos al día. Sí, has leído correctamente.
Créditos: TimeOut
Calle del Gral. Oráa, 45
Cambiamos el tercio en nuestra siguiente parada. Dejamos a un lado, sólo por el momento, el bar más típico de Madrid para dar paso a una mezcla de restaurante con un toque de bar de copas. Bienvenidos al Apura.
Mario Céspedes, su dueño, ha querido unir lo más castizo de Madrid con lo más natural de su Lima natal, y ha resultado un local de bocadillos y sándwiches fusión que te va a encantar. Su mezcla de cultura y sabores son dignos de cualquier paladar. Y, por supuesto, no podía faltar su bocadillo de calamares, pero con un toque diferente que lo convierte en un bocado único.
Créditos: Pinterest
Calle de las Infantas, 34
Nos trasladamos hasta Chueca, donde allí sobrevive lo más castizo del castizo mundo madrileño; El Respiro. Aquí puedes disfrutar de un alto en tu ruta por Madrid picando de varias raciones.
Recuerda que con tu bebida, tendrás una tapa y la variedad y el sabor van de la mano. Aunque, si hablamos de lo que nos interesa, El Respiro da una vuelta de tuerca a los bocadillos de calamares. No son redondos sino alargados y no ponen tanta cantidad en el bocadillo para que puedas morderlo y manejarlo mejor. Calidad y servicio excelente, una combinación, sin duda, ganadora.
Créditos: Salir
Calle del Marqués de Urquijo, 1
Acogedor local donde degustar lo más castizo de la carta de raciones. Apenas cuenta con tres mesas, así que tendrás la experiencia completa de la ciudad comiendo, casi con total seguridad, en la barra.
Su nombre no engaña, son especialistas en bocadillos, y, como no podía ser de otra manera, destaca su bocadillo de calamares, donde la calidad de ambos elementos es superior. Si a esto le sumamos un servicio eficaz, agradable y rápido, vas a encontrar un rincón perfecto para paradas rápidas y agradables en tu escapada por Madrid.
Créditos: Restaurantguru
