

En Bruselas hay hoteles que ofrecen comodidad y otros que cuentan historias. Latroupe Le Berger hace ambas cosas. Este hotel boutique combina el encanto art déco con el confort contemporáneo, todo en un edificio cargado de anécdotas y misterio. Situado en Ixelles, uno de los barrios más elegantes y creativos de la ciudad, es un lugar para viajeros que aprecian la estética, la autenticidad y las experiencias que dejan huella.
1. Un edificio con pasado
Le Berger nació en los años 30 como un hotel discreto y elegante que, con el tiempo, se convirtió en punto de encuentro de artistas, periodistas y personajes bohemios. Hoy, tras una cuidada restauración, conserva su atmósfera retro con toques modernos: lámparas originales, paredes con colores profundos y muebles que parecen sacados de una película en blanco y negro.
2. Habitaciones con personalidad
Cada habitación del hotel es diferente, pero todas comparten un mismo ADN: camas cómodas, detalles art déco y un ambiente íntimo. Es el tipo de espacio que te invita a tomarte las cosas con calma, ya sea con un café matutino junto a la ventana o con una copa de vino después de un día explorando Bruselas.
3. Ixelles: cultura y vida local
Desde Le Berger puedes recorrer a pie algunos de los rincones más atractivos de Ixelles. Las calles cercanas están llenas de librerías independientes, concept stores, cafeterías de especialidad y restaurantes con gastronomía internacional. La Place Fernand Cocq es perfecta para sentarte en una terraza y observar el ir y venir de la gente, mientras que la Avenue Louise te lleva a una de las zonas comerciales más exclusivas de Bruselas.
4. Experiencias para todos los sentidos
Si te alojas en Le Berger, aprovecha para descubrir la riqueza cultural de Bruselas a pocos minutos: el Parlamento Europeo, el Palacio de Justicia, el Museo Horta y las casas modernistas que salpican el barrio. Y si buscas vida nocturna, Ixelles está lleno de bares con música en vivo y coctelerías creativas.
5. La filosofía Latroupe
En Latroupe Le Berger todo está pensado para que tu estancia sea más que una noche de hotel: es un viaje al pasado con las comodidades del presente. El equipo conoce el barrio al detalle y siempre tendrá una recomendación que no aparece en las guías, ya sea una exposición efímera, un mercadillo de antigüedades o un café donde el tiempo se detiene