

Dublín es una ciudad que nunca deja de sorprender. Entre sus calles georgianas, su ambiente de pub y su historia milenaria, se esconden detalles y anécdotas que la convierten en un destino único en Europa. Más allá de las guías turísticas, hay pequeñas historias, rincones y costumbres que te harán mirar la capital irlandesa con otros ojos. Si te alojas en el Latroupe Jacobs Inn, estarás a un paso de muchos de estos lugares y podrás explorarlos con calma.
1. El puente que viajó desde Inglaterra
El Ha’penny Bridge, inaugurado en 1816, fue construido con piezas de hierro fundido traídas desde Shropshire, Inglaterra. Durante más de 100 años, había que pagar medio penique para cruzarlo, lo que le dio su apodo. Hoy es uno de los símbolos más fotografiados de la ciudad, especialmente al atardecer, cuando sus luces se reflejan en el río Liffey.
2. Una biblioteca digna de cine
La Long Room del Trinity College es uno de esos lugares que te dejan sin palabras. Con más de 200.000 libros antiguos, su pasillo de madera, bustos de mármol y olor a papel viejo hacen que parezca sacada de una película. De hecho, ha servido de inspiración para escenarios cinematográficos y es parada obligada para los amantes de la literatura y la historia.
3. El pub más antiguo de Irlanda
En la esquina de Bridge Street se encuentra The Brazen Head, que asegura haber abierto sus puertas en 1198. Aunque ha cambiado mucho desde entonces, todavía conserva ese ambiente auténtico donde locales y visitantes comparten pintas, música tradicional y charlas interminables.
4. El río que no se bebe
El río Liffey atraviesa la ciudad y aparece en cientos de postales, pero su agua no es apta para el consumo. El agua potable de Dublín proviene principalmente de las montañas de Wicklow. Eso sí, el Liffey es escenario de actividades como remo, kayak urbano e incluso competiciones benéficas de natación.
5. Una ciudad que rinde homenaje a las mujeres
Durante décadas, la mayoría de las estatuas de la ciudad representaban figuras masculinas. En los últimos años, se han inaugurado esculturas dedicadas a escritoras, políticas y activistas como Constance Markievicz o la poeta Eavan Boland, reequilibrando la historia visible en sus calles.
6. El parque que supera a Central Park
Phoenix Park es uno de los parques urbanos más grandes de Europa y supera en tamaño a Central Park de Nueva York. Dentro de sus más de 700 hectáreas encontrarás ciervos en libertad, jardines victorianos, el Zoo de Dublín y la residencia presidencial.
7. Las puertas de colores
Una de las imágenes más icónicas de la ciudad son las puertas georgianas pintadas en colores vivos. La leyenda dice que los vecinos comenzaron a pintarlas así para encontrar su casa fácilmente después de una noche de copas. Hoy, estas puertas son un reclamo turístico y un fondo fotográfico perfecto.
8. El Spire: un monumento que divide opiniones
En medio de O’Connell Street se alza el Spire, una aguja de acero inoxidable de 120 metros inaugurada en 2003. Algunos lo ven como un icono moderno de Dublín; otros, como un adorno innecesario. Sea como sea, es imposible no verlo si paseas por el centro.
9. Literatura en cada esquina
Dublín es Ciudad de la Literatura UNESCO y cuna de grandes escritores como James Joyce, Samuel Beckett y Oscar Wilde. Encontrarás placas, estatuas y rutas literarias que celebran su legado, así como librerías históricas donde perderse durante horas.
10. Cuatro estaciones en un día
El clima de Dublín es famoso por su imprevisibilidad. En una sola jornada puedes experimentar sol, lluvia, viento y arco iris. La clave es llevar siempre una chaqueta impermeable y disfrutar del encanto que la ciudad tiene en cualquier condición.
Tip Latroupe: desde el Jacobs Inn puedes recorrer muchos de estos lugares a pie. Pregunta en recepción por los free walking tours para descubrir no solo la historia oficial, sino también las anécdotas más divertidas que solo conocen los guías locales.