En Bilbao no hay parroquianos, hay txikiteros. Este es el nombre que se da a quienes consumen txikitos, un vasito de vino con el que se alterna en los bares. Be txikitero, my friend.
Bruselas, la capital de Bélgica, el corazón de Europa y toda una joya que debes descubrir.
Seguro que ya estás como loco por pisar la Grand Place, callejear hasta encontrar al Manneken Pis, disfrutar del buen tiempo en el Parque del Cincuentenario, comprar chocolate en las Galerías Reales Saint Hubert y tomar unas cervezas artesanales belgas en Delirium.
Sin embargo, ¿qué me contestas si te ofrecemos ir un paso más allá? Descubrir una Bruselas que pocos han visto, que las grandes masas de turistas desconocen y que aguardan en silencio a que tú las descubras.
Hablamos de lo más céntrico de Bruselas, aunque si estás dispuesto a moverte en sus alrededores podrás descubrir lugares como Bloemenwerf, el cementerio Dieweg o Parc des Étangs donde está el arte callejero de Anderlecht.
Comenzamos con algo que está a la vista, pero oculto. La razón es que está junto a un gran lugar de visita, pero que a veces se lleva todas las miradas. Nos referimos a la estatua de Everard t’Serclaes.
Everard t’Serclaes fue un ciudadano que batalló en la Guerra de Sucesión del Ducado de Brabante en el siglo XIV convirtiéndose en defensor y símbolo de la libertad. Recuerda tocar la estatua para atraer la buena suerte. Sólo fíjate en la zona más desgastada para saber perfectamente dónde debes hacerlo.
Un pedazo esencial de historia de la ciudad justo en una de las salidas de la Grand Place.
Nos encontramos un caso parecido al anterior. La Catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas, conocida también como la Catedral de Bruselas, es una parada difícilmente eludible. Sin embargo, no siempre se disfruta de todo lo que tiene que mostrar. Bajemos a la cripta para descubrirlo.
Con una interesante historia sobre su construcción y continua ampliación a lo largo de sus siglos de historia, esconde en sus cimientos el mayor de sus secretos. Por un euro podrás acceder a su cripta y ver sus pilares y muros románicos originales.
Hablando de lugares majestuosos, de piedra y con historia, a unos diez minutos a pie de la Grand Place, se encuentra una torre que, aunque parezca haber nacido en medio de un lugar que no le corresponde por lo escondido, en realidad es justo lo contrario. Llegó ahí antes que nadie.
Esta edificación era parte de la antigua muralla que protegía la ciudad, datada del siglo XIII. A escasos pasos de la Iglesia Santa Catalina, su dilatada historia le ha servido para tener un sinfín de funciones; desde la defensa de la ciudad hasta un alojamiento pasando por un taberna.
Recomendarte la visita al Mont des Arts no es nada novedoso. Sus jardines, sus impresionantes vistas y los edificios que allí se encuentran son una parada obligada para cualquiera que pase, al menos, unas pocas horas en la capital belga.
Sin embargo, puede que muchos pasen por alto el reloj dorado que se encuentra en la pared del Palacio de la Dinastía. Se trata de un inmenso reloj dorado, con un diámetro de 7,80 metros, que cuenta con un carillón y del que salen doce rayos dorados, los cuales se dirigen hacia doce figuras.
Estas figuras son de aproximadamente un metro y se encuentran colocadas dentro de cavidades individuales. Representan a personas conocidas y respetadas de la ciudad, tales como el pintor Pierre Paul Rubens.
Esta iniciativa creada por un artista en París que se define a sí mismo como un Artista Libre Sin Identificar, UFA por sus siglas en inglés, comenzó su proyecto de “Space Invaders” en 1998. Desde entonces, ha conquistado ciudades de multitud de países entre las que se encuentra Bruselas.
Su inconfundible marca es la de la conocida nave espacial del videojuego clásico del que tomó su nombre; Space Invaders, que está dibujada sobre azulejos que el artista anónimo pega a las paredes de la ciudad. ¿Podrás encontrar las 42 naves que se esconden, en realidad a plena vista, por toda la ciudad?
En la zona sur de Bruselas, en el área de Ixelles, vas a encontrar en uno de esos lugares que si encuentras por casualidad, no podrías creer tu suerte, pero que si eres aficionado al cine clásico debes conocer, el lugar de nacimiento de la actriz y modelo Audrey Hepburn.
48 Rue Keyenveld alberga hoy un edificio de casas, aunque sabes que hay algo especial porque siempre hay algún seguidor de la actriz por la zona haciendo fotos.
Seguimos con hogares famosos, en este caso el del escritor y pensador Desiderius Erasmus. Sí, exacto, el del programa de intercambio de estudiantes. Debes echar un vistazo a su hogar por varias razones.
En primer lugar porque se trata de una casa del siglo XVI, y haya vivido quien haya vivido allí, ya es en sí algo interesante que visitar. En segundo lugar, deberías ir a presentar tus respetos si te beneficiaste de una beca Erasmus y agradecérselo.
Y tercero, si eres un estudioso del Renacimiento, sabrás de sobra la importancia que Erasmus tuvo y bien merece una visita que te resultará de lo más interesante.
Estás a escasos tres minutos de hacer un viaje en el tiempo. Pero no es un viaje cualquiera, este viaje es mejor de lo que imaginas, porque acabarás en un bar de hace más de tres siglos. ¿Vienes?
La entrada al Impasse Saint-Nicolas es toda una declaración de intenciones de lo que va a suceder. Un callejón adoquinado de otra época, que te llevará hasta uno de los bares con más encanto y considerado como uno de los más antiguos del país; “Aux Bon Vieux Temps”. No hay un lugar igual y tiene un ambiente completamente único.
