En Bilbao no hay parroquianos, hay txikiteros. Este es el nombre que se da a quienes consumen txikitos, un vasito de vino con el que se alterna en los bares. Be txikitero, my friend.
Muy a favor de alargar sin medida cuando uno lo está pasando bien o cuando encuentra su lugar en el mundo. Y si se hace en bares y en restaurantes, ¿por qué no hacerlo en Latroupe? Todo el mundo ha fantaseado alguna vez con vivir en un hotel, como un noble bohemio y decadente en la Europa de entreguerras. ¡Pues es el momento de probarlo!
